1.- ¿Quién escribe esto?

 Tras haber pasado por la formación profesional y grado y máster de ingeniería, heme aquí, en un máster para ser profesor de secundaria.

 Se podría decir que estoy aquí de rebote. Nunca he tenido una vocación docente, pero, cada vez más, estoy convencido de que no somos quiene queremos ser, si no, el resultado del brote de las semillas que caen sobre nosotros. Y no digo que no haya semillas de malas hierbas.

En mi caso,el motivo por el que estoy aquí es por una entrevista de trabajo que tuve mientras estudiaba la carrera. Fue en un centro de formación profesional y, a través de un amigo, me quisieron conocer. Era para sustituir una baja que iban a tener durante el curso.

Después de hablar con el director del centro y con el responsable de departamento, me dijeron que para ser profesor de formación reglada era obligatorio tener el máster y que si me lo había planteado.

En aquel momento, ni me lo había planteado jamás, ni era una salida profesional en mi mente, pero quedó ahí.

Con el tiempo me di cuenta de que, cada vez que explico algo a alguien, me gusta hacerlo, y hacerlo de tal forma que lo entienda, tratando ampliar su mirada.

Y después de todo esto, un poco de mi vida.

Viví mis 10 primeros años en un pueblo al norte de la provincia de Valladolid, Villalón de Campos. Por diversos motivos, 6º de primaria ya lo cursé aquí. Después vino la ESO sin pena ni gloria y el bachillerato, mi talón de Aquiles. Prueba de acceso a FP superior por si sonaba la flauta. Sonó. FP de automoción, donde de 8 alumnos que la hicimos, ninguno consiguió trabajo, al menos relacionado con ello. 

¿Universidad? Por probarlo no pasa nada. Matrícula en el grado de ingeniería mecánica y para ser el primer año no va tan mal. Seguimos. Total, ya hemos empezado...

Segundo año, tercero, cuarto... Quemo la escuela con los profesores dentro... Quinto, sexto, séptimo... Venga que se ve la luz al final del tunel. TFG y a tomar por el culo, lo conseguí. ¡Y sin dejar de trabajar desde los 16!

Con FP y carrera se me tienen que rifar las empresas. ¡Ja! 

Venga, vale, trabajo como esclavo a cambio de "experiencia". ¡Ja!

Pues ala, otra vez a la escuela... Máster en ingeniería industrial para ganar competencias y que mi firma valga dinero, como la de los notarios. Y en mitad del primer año, ¡SOY PADRE! ¡Como en las películas americanas!

Al final, con un poco de suerte, según acabo el TFM consigo un trabajo donde veo opciones de aprender y aportar.

Me llamo Bruno Cuadrado y espero que el paso por este máster me ayude a cambiar la perspectiva de mi visión.