2.- ¿Recordamos un poco?

En el caso de comparar el estado de nuestra educación con el del resto del mundo, es muy fácil lanzarse uno y comparar los distintos sistemas educativos "a pelo", pero en mi opinión, esto es un error muy básico.

Si discutimos si la carga de trabajo de los alumnos, las horas lectivas, las horas de estudio, la estructuración de contenidos de las asignaturas... seremos capaces de encontar lugares donde lo que funciona es diametralmente opuesto a lo que funciona en otro punto del mundo, y esto puede ser algo lógico y coherente. 

Pero nos olvidamos de algo que considero crucial, la historia. Si no conocemos los contextos históricos socio-culturales de cada zona que queremos comparar, no entenderemos el por qué del éxito o del fracaso de algo y querer "copiar" leyes o sistemas sin tener esto en cuenta conlleva, en la mayoría de los casos, un fracaso.

Por hacerlo fácil, si comparamos la historia reciente de los países que nos rodean, Portugal, Francia, Alemania... vemos que sin ser tan distintos los sistemas, consiguen resultados variados. Y aquí es donde entran esas diferencias influenciadas por la historia de cada país. En Portugal, por ejemplo, tuvieron también un régimen similar al nuestro pero una gran diferencia fue cómo cambiaron al régimen democrático actual.

El problema que creo que hay en España es el que se puede aplicar a casi cualquier ámbito. Venimos de donde venimos, dictadura de 40 años, en mayor o menor medida, hermética, con total influencia de la iglesia católica ¿independiente del Vatcano?, y hemos querido parecernos a Europa en muy poco tiempo y sin consenso entre las distintas facciones políticas.

De ahí vienen cosas como la de cambiar la ley educativa en cada legislatura, para mostrar a los "followers" de cada partido que gobiernan para ellos y en contra de los otros. Mientras siga dando rédito político, y por ende, económico, el enfrentamiento directo con los contrarios, no se querrá abordar un proyecto educativo a largo plazo con el compromiso de todas las partes de que se mantenga un periodo mínimo de tiempo.

Estoy seguro de que lo que más necesita nuestro sistema educativo es ESTABILIDAD. Y esa es la gran diferencia con los sistemas educativos del resto del mundo. 

Cuando en paises como Japón o Finlandia, se toman los sitemas educativos como "asuntos de estado" y no como un arma político, se da tiempo a ver en qué cosas acierta y en qué cosas falla, y con esos datos se pueden aplicar las correcciones que se crean oportunas, con la tranquilidad que da el saber que esas reformas no se tocarán. Pero si a una ley no se la deja madurar, nunca se sabrá que funciona o qué puntos hay que modificar para mejorar el resultado, que es lo que pasa en España.