3.- ¿Qué hacer cuando los políticos no ayudan (Jeje)😒​?

Bueno, pensando al menos en la educación, no nos es nuevo que la política, y más exactamente los políticos, no están aquí para ayudar. Una vez nos hemos dado cuenta de ello, hemos pasado la desazón, los llantos, el desasosiego y lo aceptamos ¿qué podemos hacer nosotros, como profesores, para mejorar lo que nos encontramos?

Está extendida la idea de que los profesores no tienen poder para ejercer una enseñanza de calidad y están encorsetados en leyes sin holguras que dictan, de forma rígida, las directrices educativas. Esto, en el momento que ampliamos la perspectiva y observamos cómo se imparten las clases en los muy diversos centros que existen, atados a la misma ley comprobamos que más que no tienen poder, muchos no tienen capacidad personal para hacerlo, y, en el peor de los casos, ganas.

A pesar de los constantes cambios en las leyes educativas, hay margen más que suficiente para adaptar los conocimientos que los alumnos tienen que asimilar a metodologías lo suficientemente diversas para poder llegar a cualquier alumno. Pero esto requiere de hacer una autocrítica seria y reconocer las cosas que no se están haciendo bien. 

Y este primer paso no creo que sea el más dificil. No es dificil encontrar profesores que reconocen que tienen dificultades en uno u otro ámbito relacionado con la enseñanza, donde saben que no llegan a algunos alumnos, y que estos se irán desligando poco a poco de este sistema educativo sin saber qué hacer. Y realmente no saben qué hacer para evitarlo. Lo complicado viene después.

El profesor ya ha detectado que hay un problema. Puede ser con su forma de impartir su clase, el grupo que le ha tocado o un alumno en particular, lo que sea. Reconoce que no es capaz de solucionarlo y pide ayuda al departamento de orientación o similar. ¿Qué solución espera? 

Por lo general, todas pasan por que cambie algo en la forma que da los contenidos, que trata a los alumnos, las actividades que tiene que desarrollar para cambiar la dinámica de la enseñanza.  Y todo esto implica que necesita desarrollar cada clase que imparte de 2, 3, 4 formas distintas para utilizar la que más se amolde al problema. Más trabajo...

Si esto lo unimos al bajo reconocimiento social que tiene la profesión docente, la poca implicación que tengan el resto de profesores de aplicar los cambios, el conformismo... encontramos que la motivación por la enseñanza cae al poco tiempo de empezar la carrera profesional.

¿Qué se puede hacer contra esto? Creo que el camino no viene por involucrar a profesores aislados, creo que la senda es la de involucrar a los centros completos, empezando por la dirección. Es necesario que los centros se pongan unos objetivos a largo plazo y desarrollen unas líneas educativas estables en el tiempo, para poder comprobar lo que funciona y lo que no. Desarrollar metodologías más versátiles, pudiendo relacionarse las asignaturas entre ellas, poner en común los objetivos para con cada grupo o alumno.

Tomarse las evaluaciones de los alumnos al profesorado de una forma seria. Este tipo de evaluaciones ayudan a encontrar los problemas con mucha antelación, pero los alumnos necesitan respuestas rápidas. De poco vale reaccionar a los 4 o 5 años de las quejas que se producen hoy. Los alumnos asumen que las evaluaciones no sirven para nada si no son ellos mismos los beneficiarios de esas mejoras.

Orientación e Integración Orientación e Integración - Blog del Departamento  de Orientación e Integración del Colegio Dulce Nombre de María - PP.  Escolapios - Granada

Al fin y al cabo, creo que la manera de mejorar la calidad de la educación, sin que las modificaciones de las leyes influyan en exceso, pasa por crear centros que enseñan y no edificios donde cada profesor imparte su clase.

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